El uso del color en los espacios de trabajo

¿Cómo usar el color a tu favor en la oficina?

El color es una poderosa herramienta que comunica, enfatiza, ornamenta, provoca estados de ánimo… ¿Sabías que el 80% de nuestra percepción sensorial está determinada por la vista? ¡Es por esto que el color tiene tanta influencia en la manera de percibir cualquier elemento, entorno o espacio!

Cada color produce diferentes sensaciones y ambientes, enseguida hablamos sobre su poder de influencia en el estado de ánimo de las personas para que puedas utilizarlo de la mejor manera en el espacio de trabajo, de acuerdo a las actividades y giro específico de tu empresa.

Recuerda que cada elección de color debe tener una razón, ¡Úsalo a tu favor en la oficina!

Los significados del color…

NARANJA – Es un color que crea ambientes amigables, positivos y transmite flexibilidad. Favorece la comunicación y el trabajo en equipo.

ROJO – Inspira dinamismo, fortaleza, energía. No es recomendable usarlo en grandes proporciones porque cansa la vista fácilmente.

AMARILLO – Transmite alegría, inspiración, e invita a la acción.

VERDE – Genera un ambiente armónico y fresco, denota crecimiento y objetividad.

AZUL – Es un excelente color para usarse en espacios de trabajo, ya que promueve la concentración, la inspiración, la serenidad en toma de decisiones y un ambiente de calma.

MORADO – Significa lealtad, inspira a la introspección y la creatividad.

GRIS – Refleja seguridad, equilibrio; es un color conservador, pero fresco al mismo tiempo.

NEGRO – El color por excelencia de la elegancia, seriedad y estabilidad.

BLANCO – Es un buen color de base por su capacidad de dar luz y amplitud a los espacios, además transmite calma y claridad.

¿Para qué el color en la oficina?

El color en la oficina puede servir para reflejar la identidad corporativa de tu empresa, para vestibular espacios, generar un ambiente determinado o simplemente como detalle de diseño.

Un consejo útil para llegar a combinaciones de color equilibradas en cualquier espacio, es seguir la siguiente proporción: 60% para un color dominante que sea neutro y sirva como base, 30% para un color sub-dominante que en el caso de los muebles para oficina puede ser gris o el mismo tono de la madera y, por último, un 10% para color ó colores de acento, que den un toque distinto al espacio.

No olvides que nuestros asesores de ventas pueden aconsejarte para llegar a la mejor elección de colores, acabados y texturas para las oficinas de tu empresa. ¡Contáctanos y te atenderemos de forma personalizada!