Las nuevas tendencias de trabajo y su influencia en el espacio
La forma de trabajar está cambiando; tecnología y colaboración son hoy dos constantes en la mayoría de las empresas, sin importar rubro o tamaño.
Ante esta realidad, es necesario preguntarse, ¿Hacia dónde van los espacios de trabajo? ¿Cómo afectan las nuevas tendencias de interacción y solución de problemas al espacio físico de una oficina?
Existen aspectos clave que, sin importar las actividades que desempeñe un equipo de trabajo, deben considerarse para el diseño de espacios productivos que a su vez promuevan el bienestar físico, psicológico y emocional de las personas. Uno de ellos es la agilidad o flexibilidad que hacen posible que una misma área pueda ser utilizada para llevar a cabo distintas tareas; por ejemplo, una mesa de juntas alta que sirva de soporte para reuniones de equipo rápidas o bien, como zona de trabajo individual, en la que varias personas puedan estar conectadas al utilizar algún dispositivo tecnológico o inspirarse y concentrarse para generar nuevas ideas.
Por otro lado, los aspectos sensoriales del espacio toman relevancia por su influencia sobre lo que hacen sentir a las personas que se encuentran en determinado lugar. Entre estos elementos sensoriales están los colores, los materiales y texturas elegidas para los acabados y los muebles de la oficina, la ventilación, los elementos de la naturaleza, el control del ruido, entre otros.
No hay que dejar de lado que la tecnología se ha ido integrando cada vez más al espacio. Hoy es necesario contar con red de internet en la oficina, contactos accesibles para cargar los dispositivos, pantallas para presentaciones o videoconferencias e incluso pensar en la posibilidad de requerir integrar soportes para aplicaciones de realidad virtual e inteligencia artificial, dependiendo el caso de la empresa y su momento de desarrollo.
El factor humano en la oficina
Además, y no menos importante que el factor de la tecnología, es hoy esencial el factor humano, su capacidad racional, creativa y emocional que permite encontrar soluciones a problemas cada vez más complejos. Es entonces que la oficina se convierte en el lugar que permite potenciar las capacidades humanas al máximo. La oficina ideal es intuitiva, cómoda y promueve la interacción, respetando de manera adecuada los límites necesarios entre colaboración, trabajo en equipo y privacidad.
Para lograrlo, es de gran ayuda elegir mobiliario ligero y modular y siempre incluir cubículos o zonas de trabajo individual, así como espacios de trabajo compartido. De igual manera es necesario encontrar el equilibrio entre actividad y descanso, diseñando oficinas que cuenten con áreas de relajación y reunión informal y social.
Los cambios se viven de manera cada vez más acelerada, por lo que hay que estar preparados para armonizar y adaptar las tendencias de trabajo que van surgiendo con los espacios que las soportan.
Fuentes consultadas
Steelcase. 2018. Fast Forward: How artificial intelligence, smart data and the gig economy will transform the future of work. Steelcase 360º magazine. No. 74. PP. 32 – 43.