Cuando apareció la pandemia, la forma en la que el trabajo se llevaba a cabo se modificó radicalmente.

Miles de empresas de todo el mundo, se vieron obligadas a realizar home office, tener un modelo híbrido o, en el peor de los casos, a reducir su plantilla. En este remolino de cambios pandémicos, las empresas buscaron adaptarse y justo en esa búsqueda, el concepto y la opción de las oficinas compartidas cobró un fuerte auge para muchas compañías.

Sin duda, el coronavirus ha sido desafiante en muchos campos de la vida misma, pero no podemos negar que esta experiencia nos hizo saber que no es necesario tener a toda tu plantilla diariamente en una oficina para que una organización opere con normalidad y, especialmente, para que la productividad de una compañía sea alta.

¿Qué son las oficinas compartidas?

Las oficinas compartidas son, como su nombre lo indica, espacios laborales que comparten diferentes empresas, equipados con muebles de oficina y todo lo necesitan para trabajar. Sin embargo, el concepto y su aplicación va más allá de llenar un inmueble con la plantilla laboral de numerosas organizaciones, pues también se comparte un espacio digital en el que se forma comunidad.

La clave para que este modelo de negocios funcione de maravilla en la nueva normalidad, es su flexibilidad, pues cada organización en nuestra realidad actual tiene sus propias necesidades que satisfacer. La ventaja de las oficinas compartidas es que, como las empresas, se adaptan a lo que la compañía requiere.

¿Cuáles son sus ventajas?

Siguiendo la línea de la adaptabilidad, si necesitas un sitio para trabajar algunos días a la semana o solamente ciertas horas al mes o un domicilio fiscal para el Servicio de Administración Tributaria, cualquiera que sea el caso, es posible con las oficinas compartidas.

Se complementa una nueva forma de trabajo y un nuevo modelo de negocio ante la realidad que vivimos, ya que estas compañías, como es evidente, pueden tener contacto estrecho y ofrecer sus productos y servicios entre sí. Esto también es una buena estrategia para tener una reactivación económica.

Por otro lado, cabe señalar que la nueva realidad en la que estamos viviendo, ha sido severa con los corporativos clásicos, que han presentado una baja ocupación y cambios en sus formas de trabajo, su mobiliario, sus horarios, entre tantos otros.

Todo esto ha contribuido a que las nuevas modalidades híbridas de trabajo y las oficinas compartidas hagan una pareja difícil de igualar.

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